Dice la Constitución de El Salvador que el Presidente de la República tiene entre sus tareas cosas como proteger la soberanía nacional, promover la armonía social o dirigir las relaciones exteriores. Pero nada dice sobre convertirse en la cara visible, la voz y el voto sobre todo lo referente a algún proyecto en particular. Mucho menos, de Bitcoin.
Tampoco está en el código de Bitcoin o en algún sistema de consenso que este tenga algún representante o figura que hable en su nombre.
Pero Nayib Bukele, presidente de El Salvador, parece haberse convertido en representante de Bitcoin ante sus conciudadanos y ante el mundo entero. Desde el día 0, aquel fin de semana de comienzos de junio en que el propio Bukele anunciaba con bombos y platillos que su país incluiría a bitcoin como moneda de curso legal.
El presidente salvadoreño hizo con ese telón de fondo el anuncio de algo que requería aprobación de la Asamblea. Para que su plan se hiciera efectivo, hacía falta una Ley y una serie de disposiciones que definieran cómo sería el curso legal de la criptomoneda en el país centroamericano. Y ahí estaba, sin embargo, haciendo el anuncio durante una conferencia bitcoiner: se enteró el mundo al mismo tiempo que los salvadoreños.
Apenas 4 días después de que Bukele hiciera el anuncio, ya la Ley Bitcoin estaba aprobada por la Asamblea Nacional de El Salvador. El presidente sabía que su propuesta estaría aprobada de antemano y de forma «exprés». Presidente, legislador, adivino, bitcoiner de la noche a la mañana. Con todo y ojos láser bitcoiners en su foto de perfil:
La fecha fijada en ese momento para la entrada en vigencia fue el 7 de septiembre. Y hoy se cumple un mes de esa fecha: el primer mes de bitcoin como moneda de curso legal en un país.
En ese corto período, Bukele se ha ido all in con la criptomoneda, ha hecho compras en las caídas, se ha burlado de quienes se quejan por las bajas de precio. A día de hoy ha acumulado 700 bitcoins que, con la reciente subida de precio, tienen las arcas salvadoreñas en verde.
Desde antes de la entrada en vigor de la Ley Bitcoin, ya era común leer o escuchar declaraciones de Bukele sobre la criptomoneda, sus bondades y las posibilidades que abriría para la economía salvadoreña.
Pero en el último mes, esa voz se ha acentuado al punto de que el presidente, ya reconocido como un «troll» que acostumbra al sarcasmo en las redes sociales, se ha burlado incluso de quienes se quejaron por una caída en el precio de la criptomoneda justo luego de que se hiciera legal en El Salvador.
Sí, el mismo que se cambió la bio (su descripción del perfil) de Twitter y se presenta como «el dictador más cool del mundo mundial», también tiene tiempo para publicar mensajes como el siguiente:
Este miércoles 6 de octubre tuiteó nuevamente sobre el precio de la criptomoneda y sus críticos: «¿Se dan cuenta del silencio de la oposición? Pero ahí estuvieran saltando de alegría y acabándose los dedos si el Bitcoin hubiese bajado».
Incluso antes del 7 de septiembre, era común que Bukele tuiteara o se refiriera a la criptomoneda de alguna forma. Pero durante el último mes, esa voz bitcoiner se ha vuelto cada vez más incisiva o, como diría la jerga de las redes sociales del mundo de las criptomonedas, más «tóxico» o maximalista de Bitcoin.
En otro trolleo, el mismo lunes 4 de octubre Bukele hizo referencia indirectamente al hackeo que sufrió Facebook, y que habría ocasionado el robo de miles de millones de cuentas sus usuarios, con un breve tuit: «bitcoin no puede ser hackeado», escribió el presidente salvadoreño.
Estadista, reportero y soporte técnico
El Twitter de Bukele parece por momentos un boletín dedicado a bitcoin, en el que de vez en cuando se intercalan informaciones sobre la vacunación contra COVID-19 en El Salvador, críticas a sus adversarios políticos o algún comentario sobre su gestión de gobierno.
Pero de los últimos 30 mensajes tanto propios como compartidos por él, más de la mitad tienen algo que ver con bitcoin.
El presidente publica estadísticas sobre el uso del monedero creado por su gobierno, Chivo Wallet, compara la cantidad de usuarios con los inscritos en los bancos salvadoreños; y hasta hace cálculos de cuánto dinero se ahorrarían sus connacionales en otras naciones enviando remesas con bitcoin en lugar de los servicios que se usan tradicionalmente para este fin.
Hace un mes, cuando El Salvador comenzaba su viaje con bitcoin como moneda de curso legal, Bukele pareció fungir incluso como soporte técnico de Chivo Wallet a través de su Twitter, reportando el estado de las fallas de su monedero y siguiendo muy de cerca los reportes de los usuarios.
Hubo una época en la que Michael Saylor, fundador y CEO de MicroStrategy era la cara pública más visible hablando sobre bitcoin. Compras recurrentes, ojos laser, constantes menciones sobre el potencial de la criptomoneda como reserva de valor. Muchos no entusiastas o detractores de la criptomoneda lo tildaron de loco por «jugar» con el dinero de su empresa y sus inversionistas e irse all in con BTC.
Ahora llegó un gobernante a tomar ese papel: Bukele ya es parte de la historia al ser el primero en promover la adopción de bitcoin como moneda en un país. Pero parece apuntar a convertirse en una suerte de vocero bitcoiner entre los líderes del mundo. Para ello, usa el dinero público, toma decisiones anticipándose a los canales de aprobación oficiales y habla con una jerga que parece adecuarse por completo a la de los bitcoiners.
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Fuente: Criptonoticias