Binance se encuentra entre la espada y la pared. Los reguladores europeos han comenzado una serie de «ataques» a través de regulaciones, que han hecho que la plataforma de intercambio limite sus operaciones en países como Reino Unido e Italia.
Para evitar que estos escenarios se repitan y poder reanudar sus operaciones, Binance ha empezado colaborar con los entes reguladores europeos. Para esto, por ejemplo, incorpora herramientas que, a la vista de muchos, violan la privacidad de los usuarios; cómo es el caso de CypherTrace la cual comparte información del movimiento del dinero de los usuarios entre los diferentes exchange en Europa.
Si bien se comenta, desde los entes reguladores, que este tipo de herramientas buscan evitar prácticas ilícitas como lo es el lavado de dinero o el financiamiento al terrorismo, parece más una medida de bloqueo para bitcoin (BTC), en la que Binance se ve inmiscuido. Todo esto para abrir paso al futuro de las criptomonedas de bancos centrales o CBDC por sus siglas en ingles.
El crecimiento de Binance y el miedo de los reguladores
Los reguladores argumentan que las razones de limitar las actividades del exchange tienen que ver con el hecho de que no cuenta con los permisos necesarios para operar como un ente de intercambio de activos digitales. Aunque, detrás de todo, parece más bien miedo por el tamaño que tiene este exchange, en comparación con sus competidores más directos. Binance viene aumentando la cantidad de productos y servicios, en la gama de criptomonedas, captando cada vez más y más clientes.
En lo personal, he visto cómo personas dejan otras plataformas de comercios y migran a Binance. Uno de los más particulares fue el caso de LocalBitcoins, que, si bien en su tiempo ofrecía buenas tasas de cambio gracias a su gran liquidez, se limitaban a operar con una sola criptomoneda y ofrecer procesos de intercambios un tanto engorrosos. En Binance, todo esto se puede realizar desde una app móvil, cosa que LocalBitcoins no posee, y contar con toda la suite de servicios que pone este exchange a disposición (Trading spot y futuros, tarjetas de débito, tokens de acciones, intercambio P2P, entre otros).
Binance, paso a paso, fue convirtiéndose en un gigante. Esto gracias a la cantidad de productos que ofrecía. Tal fue su crecimiento que, según un reportaje hecho por CriptoNoticias en junio pasado, 1 de cada 5 BTC que poseen los exchange alrededor del mundo, lo tiene o tenía Binance.
En este contexto, Binance debido al tamaño de su capital y la masa de clientes, se ha convertido en un problema mayúsculo, no solo por los problemas ilícitos (fraudes, estafas con criptomonedas, lavado de dinero, entre otros) que pudiese traer, sino por lo que su avance puede implicar para los proyectos de monedas digitales de los bancos centrales. Tal parece que, si una plataforma ofrece una forma rápida de comprar e intercambiar Bitcoin y criptomonedas, ¿para qué usar CDBC centralizadas y reguladas?
Binance, el zorro que una vez fue oveja
Las regulaciones tienen el objetivo de proteger al consumidor, pero… ¿De qué? El pretexto de «protección» al consumidor se ha ido convirtiendo en una excusa para la persecución. Hace menos de un mes en Europa se aprobaba la ley de vigilancia masiva de WhatsApp, Telegram y Gmail, ¿Objetivo? Proteger ¿Costo? La privacidad de la población.
En este ámbito, ¿se puede entonces meter a la libertad y la privacidad en el mismo saco? Tal parece que no.
Binance, buscando agradar a los reguladores, ha comenzado a ceder y esto afecta la privacidad de los usuarios. Herramientas como CypherTrace van totalmente en contra, no solo de lo que significa Bitcoin, si no en contra total de la privacidad. Binance, por el camino al que lo están llevando las regulaciones, no se diferenciará de un banco.
Binance: un posible enemigo de las CBDC
Europa se perfila a lanzar sus propias criptomonedas conocidas como CBDC o monedas digitales de bancos centrales. Su función es servir como una moneda digital, agilizando procesos burocráticos al ser transferida. Básicamente una criptomoneda emitida por un Banco Central.
El Euro Digital ya está operativo, no funcionando, claro está. Algunos especialistas (de la banca tradicional) lo consideran todo un éxito. Incluso, el Banco Central Europeo menciona que la privacidad y la seguridad estarán garantizadas con el Euro Digital. Extraño ¿no?
A Binance y el resto de los exchanges les obligan a dejar de lado la privacidad de los usuarios para crear transacciones más «transparentes», pero el Euro Digital sí tendrá «privacidad». Bastante peculiar esta situación.
Binance claramente no es el enemigo o el competidor más grande de las CBDC. Este puesto se lo ha ganado Bitcoin a pulso. Siendo expulsado de China, y recibiendo cada vez más y más regulaciones por parte de los Estados Unidos. Todo esto para abrir camino al mundo de las «criptomonedas» de los bancos centrales.
¿Está contado el tiempo para Binance en Europa?
Binance está tratando de demostrar que su propósito es caerle bien a todos los reguladores. Reino Unido e Italia ya fijaron posiciones de limitar sus operaciones hasta que no se apeguen completamente a la ley. Alemania y Reino Unido dieron mala cara a los tokens de acciones. Entonces, como final de película, ¿podrá Binance recuperarse?
En búsqueda de ajustarse el cinturón regulatorio, Binance ha fijado rumbo cambiando de capitán. Ahora, está en búsqueda de un nuevo CEO con mayor experiencia en el área regulatoria. Sumado al hecho de haber cedido a reportar las transacciones de sus usuarios con CypherTrace.
Sin embargo, pese a las decisiones tomadas, aún, por lo menos mientras escribo estas líneas, no han sido levantadas las sanciones que limitan la cantidad de productos que ofrece el exchange. A pesar de que Binance, por ejemplo, ya haya sacado del mercado los tokens de acciones y haya bajado los niveles de apalancamiento en sus mercados de futuros. Aún sigue sin poder operar. Entonces, vale la pena preguntarse, ¿las acciones que tome Binance serán suficientes?
Quiero creer que sí, Binance volverá a operar normalmente, claro con cambios estructurales para apegarse a las regulaciones. Sin embargo, decir en qué momento es bastante difícil. Si bien la nota se basa en las regulaciones europeas, a nivel mundial ya el gigante de intercambio asiático se las comienza a ver mal, sumando más de 7 países alrededor del mundo que han dado su mala cara a Binance, ya sea limitando sus productos, o bien prohibiendo por completo sus operaciones, como es el caso de China.
Si bien puedo llegar a entender el miedo que puede significar para los reguladores el crimen organizado y el lavado de dinero, es difícil asimilar que, a costa de protección, tu privacidad se esfume y se deba crear un gran hermano que lo vigile todo para «mantenerte seguro».
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Fuente: Criptonoticias