Hechos clave:
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Aprendizaje, emprendimiento e intercambio cultural, acompañan la adopción de Bitcoin.
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El desarrollo de la infraestructura de El Salvador es crucial para adoptar Bitcoin.
La Ley Bitcoin de El Salvador, aprobada el pasado 8 de junio, y que establece a bitcoin (BTC) como moneda de curso legal en el país centroamericano, claramente apunta a ofrecer mejores soluciones al envío de remesas en el país y al fortalecimiento de la seguridad monetaria.
Sin embargo, Bitcoin no solamente ofrece soluciones en tanto a la capacidad de su tecnología, sino que su adopción tiene otras implicaciones y efectos beneficiosos que colateralmente contribuyen al progreso de El Salvador.
Más allá de otros beneficios comentados a lo largo de este mes, empezando por la solución de los problemas monetarios de El Salvador; más allá de iniciativas como el proyecto de minería a partir del calor de los volcanes, conviene mencionar otros fenómenos que pueden desencadenarse a partir de la adopción de bitcoin.
Bitcoin incentiva al desarrollo de la infraestructura nacional
Bitcoin como tecnología no solamente requiere dedicación e inventiva para mantenerse funcionando óptimamente, sino que al ser adoptado, también invita al desarrollo de otras áreas donde llegue, según sea necesario.
Para poder llevar Bitcoin a todos los rincones de El Salvador, se requiere la construcción de carreteras y vialidad, la instalación de energía eléctrica y conexión a Internet en áreas donde no llegan aún.
Asimismo, se deben construir soluciones habitacionales e inmobiliarias para los nuevos huéspedes que visiten el país. Para recibir a Bitcoin, hace falta desarrollar y fortalecer otros servicios como los de transporte, agua, combustibles, seguridad, alimentación, salubridad, etc. en El Salvador.
Esto no necesariamente debe correr por cuenta del Estado. Si las cosas se hacen en respeto por la libertad asociativa y de inversión, entidades privadas y organizaciones sin fines de lucro pueden construir las bases para que Bitcoin pueda utilizarse en el país.
Bitcoin invita al emprendimiento y la inversión local
Bitcoin es una tecnología y proyecto que necesita constante desarrollo y mantenimiento, desde el software (clientes) y el hardware utilizado (nodos y mineros), hasta la infraestructura circundante como pueden ser los servicios de conexión a Internet, las wallets, puntos de pago, entre otros.
Lograr esto requiere personas dedicadas y comprometidas, con sólidos conocimientos y proactividad. Emprendedores, en otras palabras, que puedan desarrollar soluciones de acuerdo a las necesidades locales, pero que compitan en un libre mercado que ofrezca opciones a los usuarios.
La Ley Bitcoin de El Salvador refiere a la obligación de dicho Estado «de fomentar y proteger la iniciativa privada, generando las condiciones necesarias para acrecentar la riqueza nacional en beneficio del mayor número de habitantes», y así lo están planificando.
Así, el Estado buscaría establecer condiciones que faciliten la inversión en la industria de Bitcoin, lo que ya está llamando la atención de empresas que ubican a este país en su radar financiero internacional, como nuevo mercado y oportunidad de negocio.
Si bien la filosofía bitcoiner (y el propio protocolo Bitcoin) opera sin permisos de terceros ni intermediarios, la participación del Estado puede generar confianza en inversionistas extranjeros acerca del país, pero también despertar la curiosidad de locales que no conocían Bitcoin y tienen en su gobierno un referente válido.
Aunque la Ley Bitcoin tenga algunos detractores, el proyecto ya está en marcha y se ha abierto una nueva economía en la que muchos de los salvadoreños podrían querer incursionar (recordando que la adopción es voluntaria).
Pero para emprender, hay que aprender. Lograr desarrollar las soluciones necesarias a nivel local con Bitcoin, requiere que los habitantes de El Salvador adquieran los conocimientos necesarios acerca de esta tecnología y criptomoneda.
La inmigración extranjera es positiva por el poder de inversión y financiamiento que poseen, además de los conocimientos y experticia que traen consigo.
En un contexto donde la criptomoneda es aceptada como moneda de curso legal, y comienza a crecer una industria alrededor de su implementación, los ciudadanos de El Salvador se podrían motivar a aprender al respecto de cómo funciona esta tecnología.
Por su parte, los extranjeros podrán estudiar cómo se desarrolla y consolida este proceso de adopción y cuáles son las necesidades y particularidades propias del país, como mercado y sociedad.
La experiencia es nueva tanto para extranjeros como para nacionales, por lo que requiere un marco común de entendimiento y trabajo en equipo. Bitcoin es el punto de encuentro.
Bitcoin incentiva aprender español y divulgar información en este idioma
Saber hablar español es ahora imprescindible para todos los emprendedores y entusiastas de Bitcoin que visiten El Salvador.
Aunque se llegase a pensar lo contrario, que con el fenómeno de la globalización, el inglés acabaría con el resto de idiomas hablados mayoritariamente en el mundo, Bitcoin está propiciando un acercamiento entre el inglés y español, además de las culturas que los hablan.
La industria que se sostiene con base en Bitcoin necesita comunicar sus ideas, planes, proyectos, expectativas, y los salvadoreños escuchar qué pueden aportar los nuevos visitantes del país.
Por eso ya han proliferado iniciativas en redes sociales, entre la comunidad de salvadoreños, hispanohablantes y angloparlantes extranjeros en crear, traducir y compartir contenido sobre Bitcoin.
Esta labor educativa moviliza a toda una comunidad de periodistas, analistas, académicos, traductores e intérpretes, creativos e influencers, además de otras áreas mediáticas como el diseño gráfico y la ilustración, la producción audiovisual y más.
Bitcoin está moviendo a las personas y la economía en todos los niveles.
Bitcoin invita a conocer los procesos democráticos del país
Pero todo este impulso y entusiasmo no debe llevarse sin cautela. Sí, hay que reiterar que Bitcoin es una red sin permisos ni intermediarios, y que la filosofía de sus usuarios suele estar alineada con dichos factores, pero eso no implica que haya que desconocer los procesos democráticos del país.
No es un secreto que Nayib Bukele ha recibido críticas por sus formas de proceder ante asuntos de sumo interés nacional para El Salvador, en relación a la aprobación de leyes y medidas de seguridad ciudadana con cuestionamientos sobre el respeto de los derechos humanos.
En cuanto a la Ley Bitcoin, sus oponentes han argumentado que fue aprobada muy de prisa, en cuestión de días, desde su anuncio inicial. Además, estos detractores tienen temores sobre las implicaciones macroeconómicas de incluir un activo como Bitcoin en la circulación monetaria nacional.
El Presidente aclaró recientemente en cadena nacional (y en español) los aspectos de la ley y el funcionamiento de la cartera estatal, pero algunos salvadoreños podrían desconfiar aún de la legislación.
Por su parte, los bitcoiners extranjeros, quienes visiten o no el país, y trabajen en torno a la adopción de Bitcoin en El Salvador, deben hacerlo con el cuidado de no omitir o perjudicar los derechos ciudadanos de sus habitantes, con el mayor respeto posible a las leyes y costumbres del país. Para lograrlo deben conocer los procesos legislativos y democráticos que les respaldan, y así evitar malos entendidos o cualquier atropello que pudiera cometerse.
Fuente: Criptonoticias